Nada de lo que forma
parte de nuestra vida excepto Dios se sostiene por sí mismo: salud, trabajo, bienes
temporales, incluso personas que queremos…etc.
Hablamos de personas y
realidades magníficas sin embargo al no sostenerse por sí mismas tarde o
temprano nos abandonan o las abandonamos y...solo nos queda Dios, Él es el
Único que se sostiene por sí mismo y sostiene a ti enfatizando en Él tus ansias
vitales. Entendemos ahora el grito del salmista: " Solo en Ti descansa mi
alma" (Sl 62,3)… grito que Jesús convirtió en confesión de fe durante la
Última Cena cuando dijo a sus discípulos atenazados como estaban por el
miedo: "Llega la hora en la que os dispersareis cada uno por vuestro lado
y me dejaréis solo pero no estoy solo porque el Padre está conmigo" (Jn 16,32)
Jesús entrelazó su voluntad a la del Padre y venció la soledad y la muerte y
precisamente por esta su victoria tiene autoridad y poder para decir a todo
aquel que quiera escucharle : "Venid a mí los que estáis angustiados y
abatidos …y encontraréis descanso para vuestras almas"..( Mt 11,28..)
Rvdo. Antonio Pavía
No hay comentarios:
Publicar un comentario