domingo, 12 de abril de 2020

¡Católicos del mundo!


                                                    


           
Clamad a la Iglesia, clamad a Dios por la salvación de la humanidad en constante mentira, poder, infamia, muerte y maldad consentidas.

Clamad a la Iglesia para que sus ministros nos perdonen de mil maneras, que si Doctores tiene la Iglesia, sean pues iluminados y practiquen hoy el perdón.

Clamad a María para que no sean crucificados más inocentes; clamad porque la luz y la Gracia de Dios, caiga sobre los culpables antes de morir y se salven.

Pobre mundo el que vive bajo el yugo del terror y la ignominia. Espaldas cargadas de moribundos solitarios y cadáveres por mil. No veremos su clemencia ni perdón, pero a tiempo están, como Lázaro, de resucitar a Dios.

Es la historia del mal, así se escribe desde antes y desde ahora, desde el Coliseo romano a la tremenda actualidad: Mártires de los poderes que reinan sin Dios.       
 “Quien a Dios tiene, nada le falta”… Y las Bienaventuranzas se clavan en el hombre a fuego de esperanza ¡Qué gran tiempo para recordar hasta la última Palabra de Cristo!  

Seas quien seas, hagas lo que hagas, no dejes de orar, tienes el tiempo y el espacio, Él te escucha, confía. No hay mayor consuelo que la fe de un católico.
En batas blancas, en uniforme o sin él, en campos y morgues, anda nuestro Dios de un lado para otro con lágrimas en los ojos…   
      
   Emma Díez Lobo

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