Corremos
el peligro de buscar milagros en vidas de Santos, historias .etc y quedarnos
sin el Milagro de todos los milagros...El que Jesús quiere hacer en
nosotros...el mismo que hizo con Pedro. Después de haber jurado y perjurado que
no fallaría a Jesús, le negó tres veces sin el menor asomo de resistencia.
Entramos ahora en el Gran Milagro. Jesús Resucitado se encuentra con Pedro que
en ese momento solo es escoria, un pobre hombre (Jn 21,1...) Jesús se acerca a
él y para estupefacción de cielos y tierra le pregunta: ¿Pedro, me amas?!! El
Hijo de Dios solicitando el amor de Pedro!!
Quien va tras milagros por supuesto que
válidos y descuida e ignora este que Jesús quiere hacer con él porque Pedro es
signo de todo discípulo de Jesús pierde lo esencial de lo que Jesús quiere
hacer en su ser: transformar la escoria de su vida en un Diamante Precioso a
sus ojos, los del Hijo de Dios. La historia de Amor de Jesús a Pedro no
hubiesen sido capaz de inventarla ni todos los guionistas de Hollywood juntos.
Solo la podía inventar Dios y la invento para ti.
Cuándo
Pedro oyó que Jesús le preguntaba por tres veces que si le amaba, apenas acertó
a balbucear! Señor tu sabes que te quiero. Aunque soy escoria. Jesús le
dijo entonces ...ya no eres escoria, he dado mi vida por ti..! Eres un Diamante
precioso a mis ojos!..! Apacienta mis ovejas!. Esta es la historia de amor
jamás escrita. Está escrita por Jesús. Está escrita por y para ti...y te
preguntas…
¿Cómo voy
a apacentar tus ovejas, Señor?!!!! Eso déjaselo a Él…!!
P.
Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario