A veces un personaje de
la Escritura nos hace participes de una vivencia íntima. Veamos esta de
Jeremías: " Cuando encontraba "tus" palabras las devoraba y mi
corazón se colmaba de gozo...” (Jr 15,16) No son experiencias reservadas
a personas especialísimas; están al alcance de todos. Cuando un hombre va a la Palabra,
no para aprenderla sino para que prenda en él está ya muy cerca de conocer la
intimidad divina, el gozo del corazón...porque Dios se hace Presencia en el.
Vive entonces la delicia única y originalísima de estar con Dios y Dios
en él. Ya puede hacer suya la súplica del salmista: " Que me alcancen tus
ternuras y viviré porque tú Palabra es mi delicia" (Sl 119,77) La
espiritualidad de la Palabra nos capacita para conocer y tener prendida
en nosotros la Delicia de estar con Dios.... Delicia que no es de este mundo.
Pero que ÉL la pone a nuestro alcance. Todo aquel que se aprieta contra el
Evangelio de Jesús vive la experiencia deliciosa e inaudita de que...! La
Palabra sabe a Dios!!
P.Antonio Pavia Misionero
Comboniano
comunidadmariamadreapostoles.com
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