Exultante de gozo,
Jesús eleva sus ojos al Padre y le dice: ¡Te doy gracias Padre, porque has
encubierto estas cosas a los sabios y prudentes de este mundo y se las has
revelado a los pequeños!
En la Espiritualidad de
la Palabra, la expresión "estas cosas" indica el Misterio de
Dios.
Lo cierto es que por
las diversas Ciencias se puede aceptar la existencia de Dios, pero quién
es, qué relación tiene contigo, qué puede hacer por ti, esto solo está al
alcance de los pequeños. Estos no conocen a Dios como Ser Supremo, sino como
"su Padre".
Dicho esto, tengamos en
cuenta que la palabra "pequeño" en la Escritura es sinónimo de
discípulo, en este caso, de Jesús. Una relación así con el Hijo de Dios, nos
hace extraños al mundo al que Jesús y su Evangelio tanto estorban por la Luz
que tanto cuestiona a ese mundo. Bien sabe esto Jesús, ... lo vivió en su
propia carne y así como Él se refugió en el Amor del Padre, nos dice a todos
los que a pesar de nuestras precariedades pretendemos alcanzar el Discipulado.
¡Venid a mí los que estáis agobiados y cansados...
conoceréis el descanso
del alma!.
El descanso del alma es
una creación de Dios, no está a nuestro alcance ni al alcance de nadie. Se
trata de fiarnos del Señor Jesús y dejarle que cree en nosotros. ¡El Descanso
del Alma!
P. Antonio Pavía-Misionero
Comboniano
No hay comentarios:
Publicar un comentario