EL TESORO O los
tesoritos
Cuando Israel llegó a
la Tierra Prometida Dios le dijo: "Amarás a Dios con todo tu corazón, con
toda tu alma y con todas tus fuerzas" (DT 6,5) sellando así su elección y
predilección por él.
Estas palabras nos
identifican como discípulos de Jesús. Los que se dejan llevar por
sentimentalismos se emocionan y hasta lloran al leerlas pero de ahí no pasan.
Los que se conocen bien, también lloran pero de impotencia al no poder
cumplirlas, como le pasó a Pedro. Sin embargo nos podemos alegrar al leer lo
que Dios dice a Israel a continuación: "Queden en tu corazón estás
palabras...” (DT 6,6).
Dios nos dice que
guardemos sus palabras aunque sean inalcanzables….guárdalas como María...y Dios
mismo hará que se cumplan en ti.
El Evangelio de hoy nos habla de esto.
Todos los
buscadores de Dios de corazón sincero, tarde o temprano comprenden que el
Evangelio de Jesús es el Tesoro de todos los tesoros porque encierra la Vida
que buscan y desean. Al encontrarlo lo esconden -es su guardar la
Palabra- y dejan de lado sus tesoritos, por los que tanto se han agobiado, para
poder hacerse con el Tesoro por excelencia.
Una disposición así es
tan agradable a Dios que reviste sus corazones con su Fuerza y su Sabiduría
haciendo así alcanzable el Evangelio considerado hasta entonces
inalcanzable. Así las cosas nos toca escoger entre nuestros tesoritos o el
Tesoro por excelencia: ¡El Evangelio de Jesús!
(P. Antonio
Pavía)
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