Salí por los caminos del viento,
tarareando melodías de libertad.
Salí con el candil encendido, en mi pecho,
brillando con la luz de tu mirar.
Salí con el contento del corazón ardiendo,
que te hace de gozo los pies danzar.
Salí a encontrarme…
con su Majestad.
Me adentré en un bosque sombrío de silencio,
acechaban a lo lejos sombras de oscuridad,
grises nubarrones se cernían de misterio,
en el horizonte… acechaban dispuestas a usurpar… mi tranquilidad,
Pero desde su oquedad, a través de las ramas de los
chopos
salpicaban luminosos destellos de felicidad,
que como diamantes en la orilla del río brillaban de
serenidad,
y en ellos Tu voz…
Me hacía confiar.
Mis pies y brazos se alzaban bailando,
brincando y saltando de gozo por alcanzar…
los besos que como palomas en vuelo
lanzabas desde lo alto de tu cielo,
azul como el mar,
extendía mis manos hacia ellos
atrapándolos con dulzura entre mis dedos,
y recogiéndolos los apretaba contra mi pecho,
para que ninguno se perdiera
y así guardarlos en el tiempo
de Tu eternidad ….
me hacían retozar…
Salí a llevarle al viento Tu recuerdo,
que estremecido escuchaba atento mi clamor.
Salí con el silbo de tu promesa en los labios
que exultante pregonaba alabanzas al creador.
Salí meditando tu palabra con las primeras luces del
alba,
con los primeros rayos de sol
ellas guiaban mis pasos
y siguiendo tus huellas me adentré…
por el camino interior.
Salí a buscarte entre arboles de silencio
que me animaban a adentrarme por tu senda cada vez más
y más,
caminaba radiante, segura y expectante
hacia el valle donde nace y crece la más bella flor,
de entre todas la más hermosa…
la rosa de Sharon.
Su aroma es penetrante como brisa suave,
que embriaga los sentidos y adormece la razón
que envuelve impregnando e inhalando...
es el valle de mi corazón.
Salí por los caminos del viento,
salí por los senderos de Tu amor.
Salí buscando tus ojos
que me miraban desde el valle interior.
Salí a contemplar el agua clara del estanque,
que como un espejo me devolvía en su reflejo
Tu rostro radiante de amor.
Salí alzando los ojos al cielo,
buscando tu sonrisa mi Señor.
Salí con el alma despierta,
envuelta con el manto de tu cielo
entre nubes de algodón.
Salí, salí…
salí por los caminos del viento,
para encontrarme a solas…
con el AMOR.
(Loles)
https://www.comunidadmariamadreapostoles.com/
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