jueves, 15 de abril de 2021

Dios, me vacuno

 


 Me encuentro en la cola de “la inseguridad” pero de la seguridad... Espero vengas conmigo porque el Ángel de la Guarda viene pero para sostenerme si hago “zas, capút”...

Es que Tú sabes el lío que tienen estos inexpertos y nos confunden, no sé si es para fastidiar o que les da completamente igual... Pero gracias por darme la oportunidad de poder abrazar a alguien y darle un beso, algún día.   

Y una amiga va y me dice ¡Uy qué error!, yo no me vacuno, Dios me cuida...

-  ¿No será que Dios te ha buscado para vacunarte? le contesté

- ¡Sí hombre, Dios se va a ocupar de mí!

En qué quedamos, se ocupa o no se ocupa...  De verdad que ésta mujer no sabe quién es el Dios que vino a la tierra; mejor, quedarse con un Dios que le cuida y no le cuida...    

- Yo hablo con Él varias veces al día... Me dice

- Ah ¿Sí?, pues parece que hablas con el viento porque no te enteras... Primero Él te Habla y después tú Le escuchas, o Le das la espalda ¡a elegir!, pero si haces esto último y además tampoco Le Lees, ni Le Comulgas, ni Le visitas, ni crees en sus Consagrados... Dime ¿Qué Gracia esperas?... ¡Anda y ponte la vacuna y deja de jugarte la vida o creer que hay un milagro esperándote, así al “tuntún”! 

Y ya no quiere hablar conmigo...  ¡Jesús!, y ¿ahora qué hago?

- “Pídeme por ella y dame su nombre”   

Emma Diez Lobo

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