sábado, 24 de abril de 2021

Domingo IV de Pascua.

 

 Me amó y se entregó por mí.

 Hoy celebramos la Fiesta de Jesús Buen Pastor. Nos fijamos en el comienzo de este Evangelio: "El buen pastor da su vida por las ovejas". Cuidado con los sentimentalismos; podemos pensar que sus ovejas somos tan “súper buenas” y cumplidoras que casi nos parece normal que haya dado su vida por nosotros.

 Recurrimos a San Pablo que nos hace ver que el Hijo de Dios entregó su vida por nosotros siendo pecadores… es decir estando de espaldas a Él, porque más allá de rezos y sacrificios mantenemos nuestras posiciones de vanagloria.

 Oigamos al Apóstol: "...por un hombre bueno, tal vez alguien podría morir, más la prueba de que Dios nos ama es que nosotros siendo aún pecadores, murió por nosotros..." (Rm 5,7-8). Cuando una persona lleva a su corazón esta realidad de que El Hijo de Dios se entregó a la muerte porque le importaba más la vida de su oveja que la suya propia , y que para rescatarla de entregó a muerte ignominiosa, muerte de Cruz… esta persona se deja ya de tonterías, de tira y afloja con el Santo Evangelio y mirando a los ojos a Jesús le dice amorosamente: ¡Me has rescatado con tu propia Vida… esa es la Vida que yo quiero tener... sé que es inmortal! ¡Aquí estoy, quiero ser tu Discípulo! 

P. Antonio Pavía - comunidadmariamadreapostoles.com

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