Un problemón diría yo... Es la “frase” que sonará en todo el universo cuando salgamos de aquí en cohete rumbo a la pista del cielo.
Al principio genial pero ¡amigo!, en
cuanto te miren a la cara, te desvían de pista sí o sí, y como no tengamos
soporte terrestre, nos vamos a ver en esa “pista alternativa” tropecientos
millones de años donde se te queman hasta las cejas. Ya lo dijo Jesús: “Un
día es como mil años”.
Yo, es que lo pienso y me pongo
nerviosa aunque me digan que no lo piense... Es como una pescadilla que se come
la cola: Dios me dice y yo no “puedo”
(hacer las cosas estupendamente); Yo “no puedo” y Dios me vuelve a decir, y así hasta que me muera que me pillará en el
cohete rumbo... ¡Zaca!, desvío de pista...
Y... “Houston, tenemos un problema”, será el grito suplicante que enviaré a la tierra y que ahora yo escucho
a los que gritan sin voz.
En nosotros hoy y en los que quedarán
mañana, está la ayuda; son las Indulgencias
Plenarias para salir de ese lugar, pues las oraciones de tierra “achican” el
tiempo o te van “cambiando de pista”, pero no te devuelven de inmediato a la
ruta de la libertad.
Ojalá, nadie se olvide de esa frase de auxilio
para que las almas despeguen de nuevo con “el plan de vuelo” inicial, hacia
Dios.
Me estoy acordando del “mayday, mayday” que alguna vez escuché y
que también nos valdría...
Emma
Díez Lobo
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