lunes, 19 de abril de 2021

“Houston, tenemos un problema”

 


Un problemón diría yo... Es la “frase” que sonará en todo el universo cuando salgamos de aquí en cohete rumbo a la pista del cielo.

Al principio genial pero ¡amigo!, en cuanto te miren a la cara, te desvían de pista sí o sí, y como no tengamos soporte terrestre, nos vamos a ver en esa “pista alternativa” tropecientos millones de años donde se te queman hasta las cejas. Ya lo dijo Jesús: “Un día es como mil años”.

Yo, es que lo pienso y me pongo nerviosa aunque me digan que no lo piense... Es como una pescadilla que se come la cola: Dios me dice y yo no “puedo” (hacer las cosas estupendamente); Yo “no puedo” y Dios me  vuelve a decir,  y así hasta que me muera que me pillará en el cohete rumbo... ¡Zaca!, desvío de pista...    

Y... “Houston, tenemos un problema”, será el grito suplicante que enviaré a la tierra y que ahora yo escucho a los que gritan sin voz.         

En nosotros hoy y en los que quedarán mañana, está la ayuda; son las Indulgencias Plenarias para salir de ese lugar, pues las oraciones de tierra “achican” el tiempo o te van “cambiando de pista”, pero no te devuelven de inmediato a la ruta de la libertad.         

Ojalá, nadie se olvide de esa frase de auxilio para que las almas despeguen de nuevo con “el plan de vuelo” inicial, hacia Dios.

Me estoy acordando del “mayday, mayday” que alguna vez escuché y que también nos valdría...   

  Emma Díez Lobo



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