En la Última Cena, Pedro insistió vehementemente que seguiría a Jesús y que daría la vida por Él. Jesús le prometió que un día podría dar la vida por Él, pero que aún no (Jn 13,36-38).
Nadie puede alcanzar el Discipulado si no hace la experiencia de ser rescatado por Jesús del miedo a perder la vida por Él. Jesús resucita y le vemos con Pedro a la orilla del mar. Le pregunta tres veces: ¿Me amas? Triple respuesta de Pedro: ¡Señor, Tú sabes que te amo! Jesús le dice: ¡Apacienta mis ovejas! Las he rescatado, como a ti, al precio de mi sangre, te las confío ,he dado mi vida por ti y con ella el sello de buen pastor; el que da su vida por las ovejas (Jn 10,11) Al recuperarte te hice vencedor de tus miedos que te llevaron a negarme.
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