martes, 20 de abril de 2021

Jesús vencedor del mal

 

El problema del mal ha sido siempre motivo de escándalo. A veces parece que se ceba en nosotros insaciablemente con tanta saña que llegamos a preguntarnos… ¿Dónde está Dios? ¿Por qué, como clama el salmista, pasamos de un abismo a otro caso casi sin respiro? (Sl 42,8). Sí, el mal tiene su fuerza demoledora; basta pensar cómo, con qué astucia demoníaca se apoderó de la mente y el corazón del pueblo santo y elegido de Israel para que humillasen, despreciasen y crucificasen a Jesús, al Mesías por quien tanto clamaban y suspiraban.

A todo esto la Gran Pregunta: ¿Por qué permitió Dios Padre que el Mal campase a sus anchas en el pueblo que Él mismo había elegido?..

 ¿Por qué…? ¡Para vencerlo definitivamente en el Calvario! Así fue; cuando el Hijo de Dios fue -se dejó- levantado en la Cruz, Satanás, príncipe del Mal entonó su canto de victoria… poco le duró… enmudeció por completo ante el Canto de Victoria del Crucificado… ¡¡Padre perdónales..!! y...¡¡Padre en tus manos encomiendo mi Espíritu...!!

Es también nuestro canto de victoria... ¡Padre mío, perdona a mis enemigos y protege mi espíritu!, a ti te lo encomiendo... jamás será botín del mal, de Satanás.

 P. Antonio Pavía - comunidadmariamadreapostoles.com

 

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