Como
María de Betania cuando Jesús entró en su casa. Ella se acomodó ante Él para
escucharle, estaba tan agradecida… Era una mujer de Dios.
Yo
me pregunto si nosotros Le recibimos de la misma manera. ¡No por desgracia! Y
nos portamos como Marta, primero “la casa, la comida, el teléfono…” Como Padre,
Amigo y Salvador, (cuando todo va bien)
es relegado al final de nuestras tareas. Jesús se duele enormemente y NO por
Él, sino por ti.
No
somos conscientes aún sabiendo que nos espera en la Iglesia para Hablarnos como
a ella… ¡El pobre no para de llamarnos!!! Y muchos no paran de darle la
espalda…
María
no era una privilegiada, pues todos podemos escucharle más veces que ella. ¿No es
nuestro privilegio mayor? Yo creo que sí, porque el tema no es verle sino
escucharle.
Y
¡Ay! de los que desde sus casas piden perdón a Dios “en directo” como si Él no hubiera nacido para darnos su Evangelio.
Jesús NO DIJO que lo hiciéramos así (eso lo hacen los judíos que no creen en el
Hijo de Dios), sino a través de sus Representantes
Consagrados.
Ser
“católico” para muchos, es “tirado” ya que ajustan la religión a “la carta” de
su conveniencia y, ser Católico precisamente NO ES NADA FÁCIL. Si no se Le
escucha, no podremos hacer nada de lo que dice.
-María, hermana de Marta, eres un
ejemplo para el mundo: Primero La Palabra y lo demás se nos dará por añadidura,
hasta el tiempo para las obligaciones.
Emma Díez Lobo
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