¡Vaya
por Dios! Ahora resulta que el cristiano blanco de clase media, media alta o
alta, ODIA a los homosexuales.
Alucino con tal barbarie, pero no me extraña viniendo de gente y partidos políticos
ateos que no reconocen a Satanás ni a Dios.
¡Hagamos
el máximo daño! Es
el lema que se ve y se masca literalmente. Complejos sin fin a remolque de sus
vidas envilecidas para golpear, como sea,
la fe Cristiana.
Un amigo mío gay, me decía el otro día
cuando se celebraba “su fiesta”:
-¿Pero
esta gente es estúpida? ¡Mira que decir que es un orgullo ser gay! ¡Por favor!,
es una losa contra natura irremediable. Yo, que lo soy, bastante sufro por
mí.
-Ser
homosexual no es bueno, ni malo, simplemente una desgracia como otra cualquiera,
pues padecer una anomalía hormonal sexual de nacimiento, es todo menos un
orgullo. No puedes vanagloriarte de que tu cuerpo y tu cerebro, no estén en
consonancia.
-Tampoco
es una libre opción (como defienden estos ateos) ya que tiene una base
biológica (factor genético). Y creer que al no ser una enfermedad (porque no lo
es), somos personas “NORMALES”, es un humillante error. Cualquier desorden
genético es trágico y éste lo es por muchas “fiestas” que hagan ¿En honor a
qué?
Yo
no soy “un desviado”, la naturaleza me hizo así y amo como me apunta el
corazón.
¡Cuánto ataque al cristiano, Dios mío!
Ya lo dijiste un día y no te equivocabas. Te pido me guardes de tanta infamia y
si no, acoge mi dolor en favor del perdón de quienes nos atacan.
Nosotros no podemos odiar, sólo amar en
tu Nombre a quien se nos ponga por delante.
Emma
Díez Lobo
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