jueves, 4 de junio de 2020

EL SABIO Y EL NECIO



Sabio o necio; he ahí dos formas de ser en nuestro paso por este mundo. El necio se abre a la vida con perspectivas muy llamativas pero escasas, se conforma con lo que pueda recoger con sus manos, su trabajo a lo largo de años y años. Recoja lo que recoja siempre será algo ínfimo pues como dice el salmista...su lote  es esta vida (Sl 17,14) He ahí su fracaso, su lote, su heredad está enjaulada en el paréntesis de los años que llegue a vivir. El sabio vive en este mundo, trabaja, prospera, pero sus ojos están fijos en Dios. !Él es su lote y su heredad! (Sl 16,5-6) por eso como proclama Jeremías cuando la desgracia recae sobre el su esperanza en Dios le sostiene victorioso "Que el amor de Dios no se ha acabado ni se ha agotado su ternura...mi porción es Dios, dice mi alma, por eso en El espero" (Lm 3,22-24) 

Estos hombres viven, trabajan, cuidan de los suyos como los demás pero como dije antes tiene sus ojos proyectados en Dios... lo que quiere decir que Él es su Gran Proyecto. Por eso cuando la hermana muerte, así la llamo San Francisco, se le acerca, susurra jubiloso con el salmista: "Al despertar -de la muerte- me saciaré de tu Rostro, Señor" (Sl  17,15).

P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com


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