María, Virgen Inmaculada,
Reina de los Mártires, Estrella Matutina, Seguro refugio de los pecadores:
alégrate porque fuiste Maestra, Fortaleza y Madre de los Apóstoles reunidos en
el cenáculo, para invocar, obtener y recibir la plenitud del Espíritu Santo,
amor del Padre y del Hijo, renovador de los apóstoles, por tu poderosa y
humilde oración que conmueve siempre el corazón de Dios, concédeme la gracia de
comprender la dignidad del hombre, rescatado de la muerte y de la perdición por
la preciosa sangre de Jesucristo. Que cada uno de nosotros se entusiasme por la
nobleza del apostolado cristiano: que el amor de Cristo nos apremie, que nos
conmuevan las miserias espirituales, de la pobre humanidad. Haz que sintamos en
nuestro corazón las necesidades de los niños, de los jóvenes, de los adultos y
de los ancianos. Que los pueblos de América, Asia, África, Oceanía y Europa,
ejerzan sobre nosotros una poderosa atracción, que el apostolado del ejemplo y
de la Palabra, de la oración y de los medios de comunicación social, conquisten
muchos corazones generosos, hasta la más costosa entrega. Madre de la Iglesia,
Reina de los Apóstoles, abogada nuestra, a ti suspiramos gimiendo y llorando en
este valle de lagrimas. Madre de los Apóstoles...
Ruega por nosotros.
n por la preciosa sangre de Jesucristo. Que cada uno de nosotros se entusiasme por la nobleza del apostolado cristiano: que el amor de Cristo nos apremie, que nos conmuevan las miserias espirituales, de la pobre humanidad. Haz que sintamos en nuestro corazón las necesidades de los niños, de los jóvenes, de los adultos y de los ancianos. Que los pueblos de América, Asia, África, Oceanía y Eu https://datafellows.net/medicina-carrera-motivaciones-universidades-y-especialidades/
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