Nos dice el Génesis que
la serpiente era el animal más astuto. Diréis que qué tiene que ver esto con El
Espíritu Santo; tiene que ver con el don de la Sabiduría. Satanás con su
astucia instó a Adán y Eva tras otra sabiduría (Gn 3,1-6). Sembró y sigue sembrando
en el hombre su astucia y éste, en su necedad, la llama sabiduría. El problema
es que, por esta astucia, medramos con engaños, calumnias, murmuraciones,
intrigas… etc. a costa de los demás; la siembra del mal está servida. Dios,
compadecido de nuestra dependencia de esta astucia ponzoñosa, encarnó por medio
de su Hijo su Sabiduría entre nosotros… Pablo llama a Jesús: Sabiduría del
Padre (1Co 1,24).
Ahora te toca a ti escoger entre la Sabiduría de Dios,
se llama Evangelio de Jesús, o la Astucia satánica. La Sabiduría de Dios nos
hace amigos suyos… y sobretodo... dejemos que la misma Escritura nos lo diga:
"Considerando en mi corazón que se encuentra la inmortalidad en emparentar
con la Sabiduría... busqué por todos los medios la manera de hacerme con
ella" (Sb 8,17-18).
(Antonio Pavía)
comunidadmariamadreapostoles.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario