sábado, 30 de mayo de 2020

Domingo de Pentecostés.


Nos dice el Génesis que la serpiente era el animal más astuto. Diréis que qué tiene que ver esto con El Espíritu Santo; tiene que ver con el don de la Sabiduría. Satanás con su astucia instó a Adán y Eva tras otra sabiduría (Gn 3,1-6). Sembró y sigue sembrando en el hombre su astucia y éste, en su necedad, la llama sabiduría. El problema es que, por esta astucia, medramos con engaños, calumnias, murmuraciones, intrigas… etc. a costa de los demás; la siembra del mal está servida. Dios, compadecido de nuestra dependencia de esta astucia ponzoñosa, encarnó por medio de su Hijo su Sabiduría entre nosotros… Pablo llama a Jesús: Sabiduría del Padre (1Co 1,24). 

Ahora te toca a ti escoger entre la Sabiduría de Dios, se llama Evangelio de Jesús, o la Astucia satánica. La Sabiduría de Dios nos hace amigos suyos… y sobretodo... dejemos que la misma Escritura nos lo diga: "Considerando en mi corazón que se encuentra la inmortalidad en emparentar con la Sabiduría... busqué por todos los medios la manera de hacerme con ella" (Sb 8,17-18).





(Antonio Pavía) 
comunidadmariamadreapostoles.com


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