Te estamos enviando
almas a “tutiplén” y no lo paramos… Mi gobierno no cree en Ti y piensan que nuestros
muertos no tienen alma -ni ellos ¡claro!-.
Dime qué hacemos
porque se te agolpan en la puerta para ese juicio particular y esto no estaba
en tus cuentas. Es horroroso. Yo aún continúo aquí pero sabes que no puedo
hacer otra cosa que dar golpes a un cacerolo…
¡Fíjate!, no han puesto
un crespón negro en la bandera de mi Parlamento y esconden los cuerpos de las almas
que Tú recibes. Ya, ya sé que da igual que los oculten porque Tú sabes el
número exacto y tienes hasta sus pelos contados. Ahora ya no tienen “pelo” pero
su alma… Es la que les diste y debían volver a casa.
Sí, unos volverán a
Ti, pero otros ¡Oh desgracia!, irán a ese inframundo oscuro y de tortura por
propia voluntad, donde desgraciadamente los sentidos se han vuelto plenos y
nítidos.
Mira, estaba
pensando que ya que no hay coherencia por estos lares, ¿podrías meter mano y
traer los tests de alguna manera?, porque si no, la cola ¡Madre mía! será terrible.
En la tierra, lo
más triste para un hijo es ver “desaparecer” a sus padres sin un adiós... Nos dijiste:
“Estad
preparados, no sabéis el día ni la hora”… Pero porque tengan más de 75
años… Esto se llama crimen discriminado.
Espero que nos
protejas y el miedo se disipe. Sabes que es muy difícil vivir así.
Emma Díez Lobo
No hay comentarios:
Publicar un comentario