miércoles, 20 de mayo de 2020

¡ Gracias amigo !


                                                                                      
Amigo que publicas mis pensamientos, sabes que no tengo mérito alguno, pero me alientas a seguir y lo hago emocionada, eso sí, a mi estilo “calle” y, de esta manera contar hoy cómo Dios hace las cosas.

Y en verdad que Dios tiene unas fórmulas que no hay quien las entienda, hasta que das con una que entiendes y por algún lado la “cuestión” empieza a cuadrar. A ver si me explico porque al final vais a pensar que los cristianos comidos por leones, era genial ¡PUES NO!

Dios no quería eso, sufría más que los cristianos, pero no quita libertades -no creó marionetas sin sentido- y ahí estamos todos, desde malos e incrédulos a buenos y santos pasando por los que como yo, cometemos un montonazo de pecados que ¡Vaya por Dios, no hay manera!

Imagino el tormento de aquellos inocentes, pero ¿hay algo más grande “a las puertas de un circo romano” que la VIDA suprema de un mártir o un inocente envuelto por Dios?
   
Os diréis, pero… “Si Dios hubiera evitado esto o lo otro”. No, no interviene, es labor del hombre, de la naturaleza… Cuando Dios hace un milagro espectacular (ej.: Evitó que Juan Evangelista se quemara en la caldera de aceite hirviendo), es por algo con consecuencias universales para bien de la humanidad -Juan escribió después, el Apocalipsis en Patmos-. “Estudiad” los milagros habidos en el mundo y entenderéis sus cuandos y sus porqués. 
     
Dejemos a Dios sus “manos libres” y a la FE que mueva nuestras montañas.

Gracias amigo,

Emma Diez Lobo

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